...Al lado del parque hay un colegio. Algunas de las jóvenes personas humanas que van allí son algo gamberros y arman mucho jaleo en las entradas y salida. Debiera mejorarse la vigilancia.
En ese cole también hay internos. Me imagino que los padres que envían a sus hijos a este cole creerán que están vigilados y controlados ( y no subidos a los árboles con un megáfono berreando "Alabaré, alabaré, alabaré a J.B"). Pues no...No creo yo que exista tal control si pasadas las diez de la noche se les permite a varios de estos alumnos estar reunidos en los muros que cierran el recinto mientras que se dedican a soltar por sus boquitas barbaridades y obscenidades varias además de tirarnos piedras con nocturnidad y alevosía.
Esto no es un fenómeno aislado. Es el "pan nuestro de cada día".
Cuentan los mayores del lugar que antes no pasaba nada de esto y que en el colegio eran muy estrictos. Ahora se conoce que andan faltos de alumnos y son más flexibles. No vaya a ser que los alumnos lo pasen mal y quieran irse.Joooo, con lo tranquilito que es el parque en verano.¿No podrían cambiar el negocio y dedicarse definitivamente a albergue, hotel o similar?
El barrio sería un lugar más "ideal". ¿Verdad, Teo?
1 comentario:
lila, lo que cuentas me recuerda mucho a un Seminario Menor que hay en mi ciudad, que antes formaban 'sacerdotes' y como ahora escasean las vocaciones...parece que lo dedican a niños 'difíciles'que parece ser serán futuros delincuentes...no tiene solución, tú pasea de día que correrás menos peligros.
Un beso.
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