Esto que voy a contar hoy es un tema muy delicado y un tanto escatológico...Espero que mi amigo Teo no se cabree conmigo. Voy a tratar de hacerlo de una manera fina y delicada, propia de una dama como yo...A ver cómo me sale...
Desde que era un tierno cachorrillo, Teo tiene un problemilla bastante gordo a la hora de hacer sus "deberes". El pobre no sabe hacerlos bien y casi siempre ensucia ese glamuroso pompón blanco que tiene por trasero.
Creemos que el problema está en que no sabe arquear la espalda lo suficiente (cuando no se le da por hacerlo directamente sentado en el tronco de un árbol!!!). El chico está bastante entradito en carnes y la flexibilidad no es una de sus virtudes...Es que tanta meditación y tanta calma no puede ser buena...
Hay que arreglar entonces el estropicio con abundantes chorritos de agua fría (cuando hace calor se agradece, pero cuando hace frío....)
LaParis suspira resignada mientras....Teo pone cara de circunstancias.
Luego hay que secar bien el pompón para que quede bien esponjoso... Tan esponjoso como la pantera rosa recién salida de la lavadora.Y ya está nuestro Teo otra vez presentable...
Hasta la próxima vez que tenga que cumplir con sus obligaciones...Ejem...Ejem.
2 comentarios:
¡Qué paciencia hay que tener!
Ya te digo...Por cierto...¡Feliz Día de tu Santo!
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