martes, 24 de marzo de 2009

Uno de mis días

Un día cualquiera de los míos comienza conmigo remoloneando mientras me están preparando mi "pincha de de ocho rayitas de insulina" y mi desayuno. Como soy una perrita diabética me tienen que pinchar dos veces al día. También es muy importante que vigile mi alimentación. Mi comida es especial para diabéticos y como cuatro veces al día: desayuno, como, meriendo y ceno ...
¡ Soy bastante glotona !

Después de desayunar me peinan y me ponen guapisísima...
...y ya estoy lista para salir al parque a "hacer los deberes".... (como marcan las normas de higiene y buena conducta, por supuesto)

Me encanta husmearlo todo, vigilar, explorar el territorio, ...


...visitar los lugares especiales, ...

ver lo bonito que está todo, ...

Un buen paseito por la mañana y luego a casita a descansar tranquilamente hasta la hora de comer...
Después de comer y de una siesta ( me encanta dormir)...
...es hora de volver otra vez al parque a disfrutar con los amigotes, sobre todo estos días que está haciendo muy buen tiempo ...

Por la noche después de la "pincha" y la cena, es hora de jugar un poco y de que me mimen ...

Aunque el sueño pronto me vence y empiezo ya a mirar con ojos de:
" Llévame para cama que es muy de noche y estoy agotaaaada"


Si esto no da resultado, tengo que recurrir a utilizar todas mis armas de persuasión ...


Directamente cojo mi equipaje (mi hueso) y me encamino hacia la habitación. Esto quiere decir que es la hora de acostarse y...¡¡¡ES UNA ORDEN!!!
Mi dueñita tiene que traerme la cunita con mis mantas y mis juguetes para taparme y desearme buenas noches. Mañana será otro día

3 comentarios:

Rumbonín dijo...

Bueno, bueno Lila... menos en lo de las inyecciones parece una vida bastante apetecible, quien pudiera...

Guau!!!

walkingpolaherba dijo...

No me puedo quejar...Me tratan como a una reina y sé que me quieren mucho. Soy una perrita afortunada

Scout dijo...

Hoy me crucé con dos perrines de tu raza (que no se como se llama, por cierto) en la pista finlandesa corriendo con su amito: ¡Que encanto!.
También tenían quiquí.